El tema de las ausencias en las bodas hay que saber tratarlo con respeto, delicadeza y empatía. Las parejas tienen muchas maneras de afrontarlo, desde el silencio absoluto hasta la forma de tenerles presentes de alguna manera. Creemos que el subconsciente trabaja más de lo que pensamos y, si un rebaño de ovejas se cruza en medio de una sesión de preboda, nos gusta pensar que, de algún modo, el padre del novio, pastor de profesión, está presente.
Cuando el novio lleva la corbata de su suegro, la nieta el anillo de la abuela, cuando miráis sus fotos ese día o las ponéis en el ramo o en la habitación mientras os vestis, les tenéis presentes. Sabemos que siempre os acompañan, pero ese día, les queréis tener más cerca, leyendo en la ceremonia, bordando sus iniciales en el vestido, escuchando su canción, teniendo cerca su armónica o depositando el ramo en su lugar favorito.
Y nosotros estaremos ahí, junto a ellos, junto a vosotros.