
La imagen que viene después de este texto es de hace cuatro años, del día que le hicimos las fotos de la comunión a Felipe, el hermano de nuestra protagonista (tenéis su entrada un poco más abajo). Ya en ese momento nos percatamos de la alegría que transmite María con su sonrisa. Cuando hacemos un reportaje de comunión y hay hermanos menores no sabemos si repetirán con nosotros para la siguiente, entre tu y yo, la mayoría lo hace y eso nos hincha el pecho cual palomas torcaces.
Pero como eso, a ciencia cierta no lo sabemos, nos dio mucha alegría cuando vino su mamá a reservarnos la fecha para hacerle el reportaje de comunión. Hicimos una parte en el estudio para elegir el detalle de la comunión y, después de la misma el resto porque si una cosa tenía clara María era que quería río, agua y a poder ser empaparse entera.
Un encanto de niña...