

La segunda parte se la hicimos aquí, en Segovia, concretamente en Navafría, el pueblo de su padrino. La planteamos como todas las comuniones de exteriores, fotos familiares, que cobrarán más valor según pasen los años, y fotos del niño disfrutando de la sesión. Lo hizo de maravilla y se portó como lo que es, todo un campeón. Y como somos un equipo, terminamos colaborando todos.
Un encanto de niño...
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